Corte por llama

Con el corte por llama, el componente a cortar se calienta mediante una llama a la temperatura de ignición en la superficie. Una vez que el material haya alcanzado la temperatura de ignición, se quema con un chorro de oxígeno. De ahí el nombre de "corte por llama". Como este proceso continuo es exotérmico, no se requiere energía adicional para calentar todo el espesor de la lámina. La llama de calentamiento proporciona todo el calor para calentar la superficie y está dispuesta en forma de anillo alrededor del canal de corte para permitir que se cambie la dirección del corte sin tener que girar la boquilla de corte. El corte con llama requiere que la temperatura de ignición del material sea inferior a su temperatura de fusión. Este no es el caso de los aceros de mayor aleación o de los metales no ferrosos, por lo que estos se cortan con plasma o láser.

Corte por plasma

El corte por plasma es especialmente adecuado para aceros de alta aleación y metales no ferrosos de mayor espesor. El arco es unido por la alta presión del gas de corte. La temperatura extremadamente alta del arco hace que el material se funda o se caliente hasta la temperatura de ignición. El material puede ahora ser quemado o empujado fuera de la ranura por el gas de corte. Con espesores más pequeños, la calidad del corte por plasma es inferior al corte por láser, pero el corte por plasma es más económico cuando se usa para chapas más gruesa. Una calidad de corte particularmente alta se logra con el corte por plasma de rayo fino.

Corte por láser

En el proceso del corte por láser, el rayo láser es la fuente de calor. Aquí se quema también el material o se expulsa de la ranura por el chorro de gas de corte cuando ha alcanzado la temperatura de ignición o se ha fundido.

Rectificado por llama

Rectificado por llama sigue el principio del corte por llama. Al contrario de ese proceso, se utiliza una boquilla curvada de corte con llama. El material quemado (escoria) es eliminado de la ranura por el chorro de oxígeno y los gases residuales de la llama de calentamiento. Este proceso es especialmente adecuado para eliminar las soldaduras defectuosas.

Limpieza con llama

La limpieza con llama se utiliza para la limpieza de la superficie y el pretratamiento del hormigón y acero. Un quemador de bloque consiste en boquillas estrechamente espaciadas, produciendo una fila de pequeñas llamas de calentamiento. Este quemador se pasa directamente sobre la superficie a limpiar. Cuando se limpia el hormigón (DVS Guía 0302), el calentamiento momentáneo de la superficie da lugar a una fina capa de escamas. Cualquier pintura, musgo u otras impurezas que puedan existir también se eliminan en el proceso. El resultado es una superficie limpia que es adecuada para la aplicación de pintura, yeso u otros revestimientos.

Al limpiar el acero, los componentes ferrosos y no ferrosos de la superficie se queman, se reducen o se desprenden y quedan eliminados mecánicamente por la presión de la llama. Esta aplicación se utiliza ampliamente, por ejemplo, en la construcción naval y la construcción de puentes. Sin embargo, este tipo de trabajo sólo debe ser realizado por personal debidamente capacitado.

Perforación por chorro de llama

La perforación con chorro de llama implica el uso de una lanza de oxígeno. Esta consiste en un tubo que está lleno de cables de acero. Un extremo de esta lanza se calienta hasta la temperatura de ignición mientras que el otro extremo se purga con oxígeno. Como resultado, la lanza comienza a arder por sí misma. Esta herramienta ahora puede ser usada para perforar en hormigón o acero. Este proceso también se recomienda para iniciar el corte cuando se corta con llama una lámina de metal más gruesa.

Gases para oxicorte

Las diferentes propiedades de los gases combustibles determinan las aplicaciones para las que pueden utilizarse.